La economía mantiene la incertidumbre en el tercer trimestre

Según el avance de la Contabilidad Nacional Trimestral publicado por el INE, la economía española experimentó un crecimiento del 16,7 % durante el tercer trimestre del año respecto al trimestre precedente. En tasa interanual, el PIB registró una caída del -8,7 %, mitigando el descenso del 21,5 % registrado entre abril y junio. Este notable repunte trimestral del PIB puede considerarse normal tras la situación de parálisis económica y confinamiento de la población, establecido para evitar la propagación de la pandemia de COVID-19, que se vivió durante el segundo trimestre. 

Según el avance de la Contabilidad Nacional Trimestral publicado por el INE, la economía española experimentó un crecimiento del 16,7 % durante el tercer trimestre del año respecto al trimestre precedente. En tasa interanual, el PIB registró una caída del -8,7 %, mitigando el descenso del 21,5 % registrado entre abril y junio.

 

Este notable repunte trimestral del PIB puede considerarse normal tras la situación de parálisis económica y confinamiento de la población, establecido para evitar la propagación de la pandemia de COVID-19, que se vivió durante el segundo trimestre. 

 

Durante el tercer trimestre, la demanda nacional redujo su aportación negativa al crecimiento interanual del PIB, pasando de -18,8 puntos porcentuales del segundo trimestre a -7,8 puntos en el tercero. Este incremento en valor absoluto se debió a la mejoría registrada tanto en el consumo de los hogares como en la inversión.

Por otro lado, la demanda externa también redujo su aportación negativa al crecimiento durante este tercer trimestre, situándose por debajo del punto porcentual (-0,9 puntos, frente a los -2,7 del segundo trimestre). Este mejor comportamiento de la demanda externa se debió, principalmente, a las exportaciones que, aunque en términos interanuales se redujeron un 17 %, respecto al segundo trimestre experimentaron un importante incremento del 34,3 %, superando el aumento de las importaciones, que fue del 28,4 %.

 

Por sectores, el valor añadido bruto del sector servicios se ha reducido casi un 9 % interanual, amortiguando el desplome del -21,3 % en el segundo trimestre. El sector que en mayor medida ha recobrado el pulso económico ha sido la industria, con una caída interanual 3,6 %, recuperando más de 20 puntos porcentuales de crecimiento, tras la caída del segundo trimestre del 20,8%. Por último, el crecimiento de la construcción también fue negativo, -11,0 %.

Desde el punto de vista del empleo, el número de puestos de trabajo equivalente a tiempo completo se redujo un -5,5 % interanual que supone una sensible mejora respecto al dato registrado en el trimestre previo (-18,4 %). Comparado, sin embargo, con el mismo trimestre del año anterior, registra un descenso ligeramente superior al millón de puestos de trabajo.   

 

Perspectivas

 

Tras el efecto estadístico que ha impulsado el crecimiento del PIB durante el tercer trimestre del año, se esperaba que en el cuarto trimestre la tendencia continuara. No obstante, la llegada de la segunda ola de la pandemia en España está obligando a aplicar nuevas restricciones, tanto a la actividad de algunos sectores como a la movilidad de los ciudadanos, lo que, previsiblemente, tendrá un efecto adverso en la actividad económica del cuarto trimestre.

 

En este complicado contexto, la Cámara de Comercio de España considera que el PIB se reducirá un 14,3 % promedio en el conjunto del año 2020, sin descartar que ese deterioro pueda ser aún más intenso si la situación sanitaria mantuviera su tendencia actual hacia un empeoramiento.

 

El empleo podría caer un 8,7 % de media anual, aunque la tasa de paro podría mantenerse contenida debido a la extensión de los ERTE hasta el 31 de enero de 2021.

 

La situación es muy complicada y, en este entorno, el diálogo y el consenso entre las principales fuerzas políticas, económicas y sociales es esencial para generar la confianza que el tejido empresarial, y la sociedad en su conjunto, necesitan.

 

En ese sentido, para la Cámara de Comercio de España nuestro país necesita unos nuevos Presupuestos Generales del Estado que permitan aplicar políticas ajustadas a la situación tan delicada que vivimos derivada de la crisis sanitaria.

 

Es necesario orientar estos Presupuestos hacia el impulso de las palancas clave para la recuperación, como son la innovación, la digitalización, la internacionalización, la reindustrialización o el emprendimiento, evitando medidas que supongan barreras. Es el momento de aprovechar la oportunidad para incentivar la actividad productiva, teniendo en cuenta que ninguna empresa que sea viable debe quedar atrás. Los Presupuestos tienen la obligación de acompañar las necesidades de las empresas y los sectores en un momento de enorme dificultad, sin perjudicar la propia supervivencia empresarial o la capacidad de recuperación por un aumento inconveniente en la presión fiscal.

 

Estos Presupuestos deberían, además, contribuir a afianzar las reformas estructurales que necesita el país, vinculadas a la mejora de nuestra productividad, la reducción del paro estructural, y afrontar los desafíos asociados con el envejecimiento de la población, el incremento de la desigualdad y el cambio climático.

 

En paralelo, es preciso planificar una estrategia de saneamiento de las cuentas públicas que permita, a medio plazo, reducir el endeudamiento y el déficit que en esta situación de emergencia se han elevado notablemente.

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