01
Oct
La economía española creció un 2,5% interanual durante el segundo trimestre de 2018, tres décimas por debajo de la tasa registrada el trimestre previo (2,8%), de acuerdo a los datos de Contabilidad Nacional Trimestral publicados por el Instituto Nacional de Estadística. Es de destacar que, tras la revisión realizada por el INE, el crecimiento del primer trimestre ha sido modificado a la baja en dos décimas (del 3% señalado en mayo ha pasado al 2,8% final). Pese a la desaceleración registrada, la economía española mantuvo un diferencial de crecimiento positivo respecto al del conjunto de la Unión Europea y la zona euro. En concreto, este diferencial fue de 0,3 puntos porcentuales en ambos casos, manteniéndose prácticamente sin cambios respecto al registrado en el primer trimestre del año.
La economía española creció un 2,5% interanual durante el segundo trimestre de 2018, tres décimas por debajo de la tasa registrada el trimestre previo (2,8%), de acuerdo a los datos de Contabilidad Nacional Trimestral publicados por el Instituto Nacional de Estadística. Es de destacar que, tras la revisión realizada por el INE, el crecimiento del primer trimestre ha sido modificado a la baja en dos décimas (del 3% señalado en mayo ha pasado al 2,8% final).
Pese a la desaceleración registrada, la economía española mantuvo un diferencial de crecimiento positivo respecto al del conjunto de la Unión Europea y la zona euro. En concreto, este diferencial fue de 0,3 puntos porcentuales en ambos casos, manteniéndose prácticamente sin cambios respecto al registrado en el primer trimestre del año.
En términos trimestrales, el crecimiento del PIB en el segundo trimestre del año fue del 0,6%, tasa similar a la experimentada en el primer trimestre.
Durante el segundo trimestre del año la aportación al crecimiento de la demanda externa se redujo 5 décimas respecto al trimestre precedente, manteniéndose en terreno negativo (-0,8 puntos porcentuales en el segundo trimestre frente a -0,3 en el primero). El estancamiento de las exportaciones de bienes y servicios durante el trimestre explica este comportamiento. Por su parte, la demanda nacional incrementó su aportación al avance del PIB en 2 décimas durante el periodo analizado (3,3 puntos porcentuales en el segundo trimestre de 2018 frente a 3,1 en el primero), lo que compensó en parte la mencionada aportación negativa de la demanda externa.
Los datos indican que, a pesar de la ralentización económica detectada, la creación de empleo continúa siendo muy dinámica. El empleo (puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo) experimentó un avance interanual del 2,5% en el primer trimestre (una décima menos que el trimestre previo, 2,6%), con 441.000 puestos de trabajo creados en un año.
Con estas cifras de crecimiento y de creación de empleo, es necesario poner de manifiesto el nulo avance de la productividad por puesto de trabajo (variación interanual del 0,0%). Desde el punto de vista de las horas trabajadas, la productividad incluso se redujo (-0,4% interanual).
Perspectivas
Las incertidumbres que se vislumbraban al inicio del año parecen estar materializándose, lo que plantea un escenario de moderación para el crecimiento de la economía española. El incremento del proteccionismo a nivel global, la escalada del precio del crudo y otras materias primas con efecto directo en el bolsillo de los consumidores, o la previsible subida de tipos de interés en Europa durante 2019, unido al mantenimiento de la incertidumbre en Cataluña, hacen pensar en un crecimiento más desacelerado de cara a la última parte de 2018 y los primeros trimestres de 2019.
Dado el contexto descrito, la Cámara de Comercio de España prevé que el crecimiento del PIB mantenga su tendencia actual y continúe desacelerándose en lo que queda de 2018. A pesar de la ralentización, se estima que la economía genere en el conjunto de 2018 en el entorno de 380.000 empleos (en términos de empleo equivalente a tiempo completo).
En este contexto, es de destacar cómo el sector de la construcción viene liderando el crecimiento y la creación de empleo desde hace ya varios trimestres, lo que permite avanzar caídas adicionales en la productividad del factor trabajo, tendencia contraproducente para conseguir una senda de crecimiento sostenible y equilibrado.
El entorno tanto nacional como internacional hace pensar que en 2019 el crecimiento de la economía española seguirá moderándose. Es por ello que sería recomendable mantener escrupulosamente los objetivos de déficit acordados, reducir el endeudamiento y acometer las reformas pendientes que aún necesita la economía española.
Motores del crecimiento
A pesar de la mayor aportación al crecimiento de la demanda nacional, el consumo de los hogares creció a tasas más moderadas que durante el trimestre previo (2,3% interanual frente al 3,1% del primer trimestre). Este menor crecimiento del consumo privado fue compensado por la inversión, tanto en construcción como en maquinaria y bienes de equipo, con avances del 7,0% y 11,1% interanual, respectivamente.
Por el lado de la demanda externa, las exportaciones ralentizaron su avance, en oposición a las importaciones, que lo aceleraron. Es importante destacar cómo las ventas al exterior crecieron en el segundo trimestre ligeramente por encima del 2%, cuando hace un año su incremento fue del 5,4%.
