El 85% de las empresas españolas se ha visto perjudicada por el encarecimiento de la energía
Por tipología de empresas, son las compañías pertenecientes al sector industrial y las grandes empresas, las que se manifiestan más afectadas por la crisis energética. Así, el 90,8% de las empresas del sector industrial, considera que ha sufrido perjuicio por la evolución del precio de la energía.
Por tamaño empresarial, son las de mayor dimensión las más impactadas. Así, el 83,9% de las empresas de 1 a 9 empleados se declara perjudicada por la subida de la energía, frente al 86,2% de empresas de 10 a 49 empleados, el 87,6% de compañías de entre 50 a 249 empleados, y el 89,7% de grandes compañías de 250 y más empleados. Entre estas últimas, el 48,4%, afirma que les ha perjudicado “mucho”.
Esto explica que sea este último grupo, el de las empresas de 250 y más trabajadores, las que mayoritariamente han puesto en marcha medidas para paliar los efectos de la subida: un 77,8%, frente al 50,8% de las empresas de 1 a 9 empleados.
Por tamaño de empresas, también se diferencian esas medidas a las que han optado las compañías. Mientras las más pequeñas (de 1 a 9 empleados) optan principalmente por reducir beneficios (50,2%), las empresas de mayor tamaño, en primera opción, optan por incrementar los precios de venta. El 57,4% de compañías entre 10 y 49 empleados así lo habrían hecho, también las empresas de 50 a 249 empleados (65,1%) así como las grandes compañías de más de 250 asalariados (58,2%).
Aunque en general, sin tener en cuenta tamaño y sector, la medida más habitual para hacer frente a la escalada de precios de la energía ha sido trasladar el aumento de los costes de producción provocado por la subida de los precios de la energía a los precios de venta (52,1% de las empresas encuestadas); el 42,2% han optado por reducir sus beneficios para atenuar el impacto de la subida del precio de la energía.
Además, el 34,1% ha invertido en mejorar la eficiencia energética de la empresa o establecimiento (aislamientos, nueva maquinaria, …) y el 31,1% ha invertido en autoconsumo energético (placas fotovoltaicas, cogeneración, …).
Sectorialmente, el incremento de los precios de venta es la medida más implementada, excepto en el comercio, que opta en primer lugar por reducir los beneficios de la empresa.
Impacto a medio y largo plazo
En un hipotético escenario de mantenimiento del precio elevado de la energía en el medio plazo, los efectos esperados se plasmarían en una caída adicional de los beneficios empresariales y aumentos añadidos en los precios de venta de los bienes y servicios. Así lo manifiesta el 67,6% y el 63,0% de las empresas encuestadas, respectivamente.
Las empresas tienen una percepción similar, independientemente del sector al que pertenezcan o su tamaño.
Otras consecuencias en la actividad empresarial derivadas del mantenimiento del alto precio de la energía en el medio plazo, serían la reducción de la plantilla (24,0% del total de empresas encuestadas) y el mayor endeudamiento para hacer frente a los pagos (22,1%).