La Cámara de Badajoz urge más diálogo con los sectores afectados por las nuevas restricciones

La Cámara de Comercio de Badajoz reclama más diálogo por parte del ejecutivo con los sectores más afectados y sus representantes ante las nuevas restricciones, que vuelven a señalarles como responsables de las últimas cifras de contagio.

Hoy, lunes dos de agosto, han entrado en vigor las nuevas medidas de horarios y aforo correspondientes al Nivel 2 de alerta en Extremadura, que dejarán sentir de nuevo sus consecuencias en la hostelería, la restauración, el turismo y el comercio.  

 

Estos sectores han trasladado en reiteradas ocasiones a la corporación el abandono que sienten por parte de la Administración y, desde la Cámara de Badajoz, queremos sumarnos a esa percepción, y creemos que es urgente la apertura de una mesa de diálogo en el que puedan escucharse las distintas voces para intentar salir de esta situación de forma satisfactoria para todos. Ahora más que nunca, se hace esencial intensificar los contactos con todas las partes para no dejarse a nadie en el camino.   

 

La decisión de situar de nuevo a Extremadura en Nivel 2 de alerta - que se ha tomado a pesar del supuesto “buen ritmo de vacunación” afirmado desde la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura en numerosas ocasiones - supone un enorme varapalo para estos sectores, que en los últimos meses estaban empezando a respirar.

 

De nuevo, son señalados como foco de contagio, a pesar de que todavía no se ha demostrado que en este tipo de establecimientos haya surgido brote alguno. No obstante, lo que sí ha quedado claro es que los casos positivos de nuestra región vienen en su mayor parte importados; lo que pone de manifiesto la falta de previsión en la gestión de esta pandemia provocada por un a enemigo invisible que cruza con soberana facilidad todas las fronteras.

 

Ya se ha convertido en una tradición nacional la impasividad del poder ante la destrucción de miles de negocios sin dialogar, empatizar o aportar soluciones viables a los empresarios; poniendo seriamente en peligro nuestra estabilidad social y económica. Apelamos a la responsabilidad de nuestros gobernantes. Para que cuenten con nosotros, con los empresarios; de forma, que cuando se apliquen restricciones a cualquier actividad, éstas hayan sido consensuadas y debidamente compensadas a quienes más las sufren.